jueves, 19 de noviembre de 2015

Alma al desnudo



Sexo. Con esta simple palabra puedes atraer la atención de cualquiera. Sea hombre o mujer, da igual la edad, el que la escuche se girará para ver quién la pronuncia.

Para muchos el sexo es algo sucio, para otros algo inalcanzable (fuera de la masturbación), algunos creen que es algo tan sólo físico y la gran mayoría sabe que es algo inherente a nuestra condición y necesario.

Para mí el sexo es algo natural y que debe vivirse y disfrutarse como tal. Cuando de verdad estas dispuesto a explorar tus verdaderos gustos, lo que te da placer y lo que no y olvidas los tabúes que marca la sociedad, en ese momento, es cuando verdaderamente estás preparado para disfrutar y dar placer a otros.

Yo me considero promiscua y, sin embargo, no entiendo el sexo sin amor. No hablo de amor de pareja o amor fraternal. No. Me gusta llamarlo “amor pasional”. Hablo de la sensación de querer entregarte por entero a la otra u otras personas en el momento en que lo estás haciendo. Y de sentir como el otro u otros se están dando en cuerpo y alma para ti. En esas horas que pasas junto a otra persona, por poco que la conozcas, debes tener la sensación de que es tu amante, la persona más importante para ti en ese momento en todo el universo.
No concibo el sexo sin besos, sin caricias, sin abrazos…..Gestos de complicidad que hacen que ambos se encuentren a gusto.

Odio el sexo frío, el “aquí te pillo y aquí te mato”. Una persona debe conquistar mi mente si quiere conseguir mi cuerpo. Porque, ya lo he dicho, yo me doy por entero. 

Me preguntan a menudo: “¿qué te gusta en la cama? ,¿eres dominante o sumisa?, ¿te gusta que te hablen guarro?, ¿gimes y gritas mucho o eres más bien silenciosa?” Jamás sé que responder a eso. No lo sé porque cada hombre me provoca sensaciones distintas y hace que viva el sexo de una manera diferente. Es por ello que soy liberal y disfruto viéndome con distintos hombres. Cada uno me aporta algo distinto, cada uno hace que me entregue de un modo distinto. Y, con ello, he conseguido conquistar infinitas facetas y roles que no han hecho más que enriquecerme.

También he de reconocer que, durante un tiempo, me encandilé de un hombre que era varios en uno. Sin duda, mi mejor amante. Tenía una gran versatilidad; era cariñoso y bestia, era capaz de someterme y hacerme el amor al mismo tiempo, distante y cercano. La mayor parte de este blog está escrito gracias a él, mi verdadera inspiración y co-autor de la mayoría de mis fantasías cumplidas. Él llamó a lo nuestro "sexo guarro", sin embargo, para mí sólo era una manera de entregarme por entero. En cada orgasmo, yo ponía mi cuerpo y mi alma. Con él supe lo que era llorar de placer durante un orgasmo y, esa sensación, la tengo grabada a fuego muy dentro para la eternidad. Todavía hoy, me estremezco cuando recuerdo esos momentos.

A muchos quizá les cueste entenderlo pero esto para mí tan solo es una forma más de sentirme viva, junto con muchas otras cosas que no pertenecen a este mundo. No soy una mujer muy fogosa, en el sentido de que tampoco necesito sexo a diario ni me veo con tres hombres distintos al día. No van por ahí los tiros. Es una especie de conexión que siento cuando estoy con otras personas en la cama que hace que me sienta completa, realizada y viva. Una especie de extraña religión.

Acostumbro a hablar siempre del género masculino cuando generalizo, sin embargo, juego con todo tipo de sexos. Todos son admitidos en el juego del placer. Cierto que mi atracción física es hacia el cuerpo del hombre, pero jamás descarto divertirme con nadie sin distinguir, sexo, raza, edad o color de piel. Así todo resulta mucho más divertido.

Cuando una persona tiene el sexo que quiere y cuando quiere comienza a valorar la calidad por encima de la cantidad. Y, a partir de ese momento, tan solo importa dejarse sorprender por la vida y dejarse llevar por la intuición y la pasión. Es cuando el sexo se vuelve sexo de verdad. Cuando el físico tiene relativa importancia, cuando eres capaz de follar con alguien con tan solo un intercambio de palabras o con una simple mirada o una sonrisa.

En un período corto de tiempo, en torno a tres años, he probado una gran mayoría de prácticas sexuales. Mis fantasías han sido cumplidas con creces y he ayudado a muchas personas a cumplir las suyas. Cierto que hubo una etapa de puro desenfreno, en la que parecía que el morbo no podía tener fin. Pero todo se acaba y de ahí pasé a un momento más calmado, más maduro, más yo. Todo esto intercalado con momentos en los que rechacé totalmente el sexo con desconocidos, otros en los que solo me apetecía estar con la misma persona y tiempos en los que llegué a tener que bajarme del tren, parar y respirar.  Sólo era cuestión de encontrar mi propio equilibrio.

Tu, lector, en algún momento puedes sentir intriga por cómo será la mujer que se esconde tras Alba Desire. Te sorprenderías. Si te cruzas conmigo por la calle jamás imaginarías que esa mujer soy yo. Muchos dicen que eso forma parte de mi encanto. Me gusta que sea así, que mi vida se reparta en dos mundos diferenciados; la misma mujer viviendo dos existencias paralelas. Ambos mundos son opuestos y, a la vez, se complementan. Sin alguno de los dos no podría sentirme la mujer que ahora soy. 

Acabo de desnudar mi alma para ti, posiblemente mi desnudo más difícil.
NO SOY PERFECTA, YA LO SE, NO HAY DUDA
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA.

6 comentarios: