lunes, 15 de febrero de 2016

Diario de una clitoriana

Siempre he escuchado que las mujeres somos muy poco dadas a hablar de sexo. Es cierto y reconozco que la mayoría todavía se encuentra bajo la influencia de los tabús que marca la sociedad. 

Las mujeres que, abiertamente, hablan sobre sexo o expresan lo que les gusta o no en la cama son tildadas como "frescas". Y, si esas mismas mujeres se permiten el disfrutar del sexo con un número variado de hombres en su vida, automáticamente pasan a convertirse en "putas".

Siempre lo dije, hay putas muy señoras y señoras muy putas. Es por ello que alguien como yo, para la sociedad, sea una señora muy puta. Y  no me desagrada el concepto. Lo primero porque, así me siento, una señora. Lo de puta.....dejémoslo en mujer liberal que no sigue los patrones que marca la sociedad y que sabe disfrutar de su cuerpo y su mente.

El caso es que no sé si realmente es muy útil ser abierta con la otra persona cuando te la encuentras por primera vez en la cama (o sofá, coche, playa, descampado...) Lo digo porque me ha pasado muchas, pero muchas veces, que pese a haber explicado con pelos y señales cuál es el camino que me lleva al orgasmo, después de informar de que yo soy clitoriana (me corro solo a través de estimulación del cítoris), tras largas charlas en las que comento que yo tan solo soy capaz de correrme si masturban mi clítoris con los dedos, la lengua o algun vibrador......Aun así, la inmesa mayoría no se molestan en conseguir que yo llegue al orgasmo.

En este tiempo he descubierto que muchos hombres ni imaginan que las mujeres no siempre nos corremos por la vagina. De hecho, la mayoría presume de poder follarte sin sacarla durante horas, como si eso fuera la virtud que las mujeres buscamos en los hombres. 
Que equivocados están.....Lo que yo valoro, por ejemplo, es un hombre que sepa besar, acariciar, lamer, morder, por supuesto penetrar; que no ponga límites al placer, que sepa disfrutar de su cuerpo en plenitud y del de la otra persona.....pero todo con armonía y entrega.

Muchos porque al no darles placer a ellos de manera directa, automáticamente renuncian. Otros, porque son torpes hasta decir basta. Tanto que, aburrida de intentar ayudarles a que lo hagan bien, acabo claudicando y fingiendo un maravilloso orgasmo para que ese tormento se acabe y el hombre se vaya lo más rápido posible de mi lado. 

Esto resulta verdaderamente frustrante. Y lo es porque la mayoría de las veces tengo que acabar masturbándome cuando la otra parte ya se ha ido de mi lado. 

Sé que no es estrictamente necesario correrse, que no debe ser el fin obligatoriamente. Pero, yo que lo doy todo, yo que me entrego al 100x100 con la otra persona; merezco, al menos, ser recompensada con la intención de darme placer.
Ahora mismo muchos, al leerme, pensarán "¿y por qué no se masturba ella mientras la penetran como hacen tantas otras mujeres? " Pues, sencillamente, porque no me da la gana. Masturbarme me masturbo, pero yo sola. Para masturbarme jamás llamaría a un señor para que este a mi lado. Me pongo un vídeo, me corro y me quedo tan contenta.
 Si resultas ser el afortunado de compartir una deliciosa velada conmigo, en la que tendrás el mejor sexo que jamás hubieras imaginado. Momentos en los que te comeré la polla y el culo, sentirás como te acaricio y te beso, verás en mis ojos el fuego del placer; momentos en los que mi cuerpo dejará de ser mío para entregarme a ti y dejar que me comas entera, me folles el coño y el culo. Sabes que podrás realizar fantasías que, hasta ese momento, tan solo existían en tu imaginacion....¡Qué menos que recompensarme con un buen orgasmo!
Si yo me esfuerzo por darte todo el placer a ti, lo mínimo es que tu hagas lo mismo por mí, ¿no crees?

Esas mujeres, las que por no decir abiertamente que por mucho que las follen no se van a correr porque por la vagina no sienten nada, esas que prefieren masturbarse ellas solas por no pedir a su compañero que las lleve al placer, esas.....flaco favor se estan haciendo. A ellas y al resto.

También es verdad que hay verdaderos virtuosos que saben tocar desde el primer momento el punto exacto que me lleva al placer y tienen la paciencia y la entrega de buscar mi climax, lleve el tiempo y el esfuerzo que lleve. Pero he de reconocer que son los menos. Y eso me entristece. 

      Una de las diferencias que me hacen distinta de esas mujeres es que yo no voy a renunciar jamás a seguir explicando cómo se llega a mi placer y tampoco a seguir buscando en cada hombre eso que le hace distinto del  resto y que me aporta algo nuevo y placentero.




NO SOY PERFECTA, YA LO SE, NO HAY DUDA.
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA