sábado, 31 de diciembre de 2016

Mi niño mimado

Rubén ha sido el primer hombre con el que tuve sexo fuera de mi matrimonio. Durante dos años fue mi niño mimado. Se lo permitía todo y se lo perdonaba todo. Porque cualquier cosa merecía la pena con tal de pasar unas horas de sexo con él. Daba igual si ya tenía organizado mi día, porque si mi teléfono sonaba y era él, lo cancelaba todo para estar a su lado.

Nos conocimos en un pub una noche en la que yo, sin saberlo, había vaticinado en mi propia piel la letra de la canción "Chandelier" de Sia. Ese día buscaba dejarme llevar por la locura de la noche y el alcohol y eso hice....disfrutar sin importarme demasiado mañana.

Después de una charla que se me antojó interesante a la vez que divertida y regada con otra copa para mi colección de alcohol de aquella noche, el chico de mirada tierna y gesto varonil me invitó a su casa. Ni lo pensé. Fue la primera vez en mi vida que decidí no pensar. No quedaba demasiado lejos de aquel lugar y llegamos en menos de quince minutos caminando.

No puedo decir que sea un gran follador, ni que posea una polla de escándalo. Más bien la tiene pequeña y le cuesta mantenerla erecta a causa de la coca que consume (con él vi por primera vez en mi vida a una persona esnifar). Su cuerpo es precioso, quizá un poco delgado, pero cincelado por su trabajo en la construcción: espalda recta con unos preciosos hombros  y unos brazos bien torneados; torso firme y piernas duras y musculosas.

Su cara me encanta. Posee una de las miradas más intensas y tiernas que jamás he visto y su sonrisa me dejó hipnotizada desde la primera vez que me sonrió. Pasarán muchos años hasta que consiga olvidar el tono de su voz, grabe y tranquilizadora.

Rubén tiene dos cosas que me engancharon desde el primer encuentro. Lo primero, su forma de besar. Con diferencia, es el hombre que mejor me ha besado. Lo segundo, los 69 con él; podíamos pasarnos horas tan sólo comiéndonos el uno al otro. Era fascinante. Su forma de comerme el coño y el culo era única. Con su lengua podía hacerme alcanzar más de cinco orgasmos en un mismo encuentro. 

Además, fue el primer hombre que me ofreció su culo. Quizá por eso también me quedé tan prendada de él. Tenía un modo de ponerlo sobre mi cara que me volvía loca. Y el modo en que se restregaba sobre mi boca mientras yo le lamía y llenaba de saliva a la vez que alternaba con mi lengua bien dura follando su agujero....ufff. Era único. Cierro los ojos y lo veo de cuclillas sobre mí. 

Estuvimos viéndonos durante unos dos años, a cualquier hora del día. A veces muy temprano por la mañana, otras bien entrada la noche. Cuando me invitaba a su casa a última hora de la tarde, siempre me tenía preparada una botella de mi vino favorito y algo para picar. El siempre bebía cerveza. A cantidades ingentes, supongo que era para paliar la sed que la cocaína le provocaba.

Era muy tierno y mientras nos besábamos siempre me decía cosas preciosas. Abrazarle y sentirle cerca me hacía sentir muy llena, llena de verdad.

Hubo un día en el que dejó plantado a un buen amigo para estar conmigo. La culpabilidad se apoderaba de él y yo estaba muy agradecida por haberme elegido a mí por delante de alguien muy especial para él. Fue por ello que le insté a invitar a su amigo a pasar el resto de la velada con nosotros. Cuando se lo dije, se le iluminaron esos ojitos suyos y a mí se me antojó que iba a ser un plan divertido.
Su amigo no tardó demasiado en aparecer, después de una llamada clara y directa: "Si traes cervezas y condones, te invitamos a pasar el resto de la noche con nosotros"

Cuando llegó, me encontró desnuda sobre el sofá de Rubén, feliz y dispuesta. Tomamos algo los tres juntos y charlamos, era un chico majo y cercano. Al principio, algo superado por la situación, pero loco por disfrutar de esa nueva experiencia.

Les propuse hacer un trío con doble penetración y mil cosas divertidas para hacer los tres juntos. Pero a Rubén le daba vergüenza tener sexo conmigo delante de alguien y me tuve que conformar con alternar a los dos amigos en diferentes habitaciones.
No puedo decir que el sexo con su amigo me haya disgustado, al contrario, lo pasé muy bien. De hecho, hicimos un buen 69 y follamos en varias ocasiones en esa noche.
Pero cuando estaba con él, no paraba de desear estar con Rubén. Me lo imaginaba tumbado, en la habitación de al lado y no podía dejar de pensar en él. Por esos detalles me dí cuenta de que estaba coladita por ese hombre.

Cuando estábamos juntos y después de corrernos, nos encantaba charlar y hablar de tonterías y reirnos. En alguna ocasión, por el cansancio, Rubén se quedaba dormido y yo adoraba ese momento. Me encantaba observarlo mientras dormía. Era hermoso.

Como absolutamente todas las demás relaciones que he tenido de este tipo, cuyo nexo de unión es únicamente el sexo, esta venía con la fecha de caducidad escrita en el dorso. Y ese día llegó. Y otro hombre ocupó su lugar en mi coño. 
Pero, también, como todos las demás, dejó un bonito recuerdo y una experiencia más en mi vida.

Aun coincidimos alguna vez en alguna sidrería y nos gusta mirarnos y lanzarnos alguna sonrisa cómplice. Así puedo comprobar que es uno de esos hombres a los que la edad los mejora notablemente.

Rubén, mi niño mimado.


NO SOY PERFECTA YA LO SE, NO HAY DUDA
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA

viernes, 9 de diciembre de 2016

Pensando en ti

Me voy a tocar pensando en ti.

Lo haré porque despiertas mi deseo, porque mi coño se humedece con tan sólo pensarte. Tendré un maravilloso e intenso orgasmo como cada vez que te dedico mi masturbación.

Cerraré los ojos y te veré aquí, conmigo. Los dos charlando tranquilamente en mi cama. Tu cuerpo, ese cuerpo que parece hecho para el vicio, aparecerá desnudo ante mis ojos. Tu torso, el que tantas veces he lamido y besado, con su vello salpicándolo de manera tan sexy....El lunar que tienes entre los dos pezones es mi área de descanso entre ambos cuando decido mamar de ellos: de esos pezones erectos, erizados, pidiendo que los succione y los mordisquee.
Tus piernas largas, robustas y bien definidas. Tu ancha cadera y torneado culo, el mismo que me he encargado hace días de sodomizar, de lamer y apretar...

Te recordaré arqueando la espalda en cada descarga de placer al sentir mi lengua sobre ti, temblando y con la respiración agitada cuando deslizo mi boca, despacio, hacia tu polla. 
Me gusta acercarme tanto que mi pelo te roce y te vuelva loco mientras te lamo y beso sus alrededores. Cuando tu polla no puede más, comienza a buscarme con espasmos, con vida propia. 

A estas alturas ya notaré la humedad entre mis dedos, que estará empapando mi cama. Tumbada, desnuda y con los ojos cerrados para no perder de vista tu deliciosa imagen. Las piernas bien abiertas esperando que aparezcas, de repente, y me penetres como tu sabes. Meteré un dedo bien profundo en mi vagina intentando recrear la sensación. Pero no serás tu, no será tu polla que todo lo llena. Entonces desearé más, te desearé junto a mi, en esta cama. 

Vendrán a mi mente decenas de recuerdos de nuestros encuentros, a cual más delicioso. No podré evitar imaginar que tu cabeza esta entre mis piernas, mientras la aprieto con mis rodillas y sujeto fuerte de tu pelo para sentirte muy pegado a mi, casi mío. Por momentos sentirás que te falta el aire y eso hará que te enciendas más y succiones mis jugos con más ansia. 
El sonido de tu lengua, cuando mezcla tu saliva con mi humedad, me eleva a lo más alto del paraíso.
Sabes que me gusta fuerte, intenso, exagerado y rápido. Pero también sabes que me vuelve loca lento, a grandes lametazos que me recorrer desde el ano hasta el clítoris con una lengua grande y caliente.

Mi primer orgasmo se lo regalaré a tu boca y tu cara brillará tras la ducha de mi corrida. Entonces, aun temblando, te pediré que me beses. Me encanta tu boca cuando sabe a mi coño. 

Cuando estés sobre mi, notaré tu dureza en su totalidad mientras tu polla se frota contra mi humedad. Eso te pone a 100, nos pone a 100...
Será cuestión de minutos que me sienta penetrada, entonces un fuerte gemido se escapará de mi boca mientras me miras con cara de satisfacción.

Tu no sabes follar suave; sólo conoces lo salvaje, lo brutal. Das embestidas como las bestias mientras clavas tu cadera en mi cadera en cada empujón. Y me encanta, me encanta sentirte tan cerca y tan fuerte. 
Trataré de no abrir los ojos y entrelazaré mis piernas a las tuyas mientras me agarro fuerte de tus nalgas.

Cuando esté a punto de alcanzar mi segundo orgasmo desearé que lo alcances conmigo. Gritaré fuerte que me corro y que quiero que te corras conmigo. Mis dedos no podrán más, comenzarán a resentir el cansancio. Pero me dedicarán un último esfuerzo mientras gimo como las locas repitiendo tu nombre.
Delicioso, intenso, muy húmedo....

Hoy me mastubaré pensando en ti, pero mañana te quiero en mi cama.


NO SOY PERFECTA YA LO SÉ, NO HAY DUDA
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Volverás

Volverás. Los dos sabemos que volverás. Pasará mucho tiempo antes de que lo hagas, pero volverás.

Y yo seguiré estando aquí. Te abriré la puerta de mi vida como siempre he hecho y me mostraré contigo natural y cercana. En una cafetería discreta que quizá hoy todavía ni exista,  nos citaremos para charlar y mirarnos a los ojos. Ambos nos sorprenderemos por el cambio físico del otro, quizá los años hayan sido crueles con nosotros. O quizá no. Me encontraré con un hombre muy maduro, con canas adornando tu pelo y más arrugas surcando tu piel. Pero me niego a pensar que el tiempo robe tu esencia, tu mirada, el gesto de tu boca cuando hablas...
Me fijaré en tus manos, que seguirán tan grandes y masculinas. Tu presencia, estoy segura, seguirá siendo varonil y elegante. 

Nos interesaremos por nuestros hijos y nuestros trabajos. Me dirás que sigues en el mismo  y me hablarás de ello con tono monótono y cansado. Ninguna novedad.
Hablaremos un rato sobre mi matrimonio, porque hacerlo sobre el tuyo es algo que esta vetado.

El tiempo transformará los recuerdos en momentos divertidos y de cariño, estoy segura de que lo malo apenas hará acto de presencia en nuestra conversación. Volveremos a pedirnos perdón aun a sabiendas de que ambos estamos perdonados por el otro desde este triste presente.

Será un encuentro bonito, tierno y que nos va a hacer mucha ilusión. Porque siempre es bueno recordar momentos importantes de nuestra vida, sobretodo cuando no existe rencor.

Pero no habrá más.

Yo no temblaré cuando contactes conmigo por volver a saber de ti, no sentiré que me falta el aire cuando vuelva a escuchar tu voz. Los nervios no se apoderarán de mí ante la idea  de volver a verte ni  imaginaré ansiosa cómo serás después de tantos años. Mi corazón ya no latirá fuerte al recordar tu nombre y mi sexo no arderá de placer imaginando nuestros encuentros.
No pasaré horas eligiendo el vestido que más me favorece, ni me esforzaré en estar perfectamente peinada y maquillada para que me veas bonita, ni siquiera me perfumaré con mi mejor aroma ni saldré a comprar un precioso y sexy conjunto de ropa interior pensando en  estrenarlo para ti.

Nada de eso ocurrirá porque el tiempo, que todo lo cura, me habrá ayudado a olvidarte. Cuando vuelvas a mi vida te habrás convertido en "uno de tantos", en un recuerdo amable que formará parte de mi pasado. Nada te hará especial.  Y siento pena. Pena porque ya nada será lo mismo. Las sensaciones que estoy segura que ahora me llevarían a sentirme en un sueño, irán disipándose con el paso de los años. Y lo  harán poco a poco, hasta convertirse en una nebulosa en la que los recuerdos y las sensaciones se mezclan sin demasiada lógica y sentido.

Y tus besos ya no sabrán a Universo....al centro de mi Universo. Tu mirada ya no me recorrerá el alma haciéndome estremecer. Tus caricias no erizarán mi piel ni despertarán mis ganas. Tu voz ya no me hará temblar y mi cabeza no te imaginará desnudo sobre mi cama durante el tiempo que dure nuestra charla.

No me escucharás pedirte que me folles y que me conviertas en tu puta. Las súplicas que siempre escuchaste y  que tan mal te hacían sentir, se convertirán en un eco muy lejano del que apenas quedará un susurro. De mi boca no volverá a salir un "te quiero". Esa forma tan mía de mirarte, esa que te inquietaba, ya no la verás en mis ojos.
No volveremos a compartir mi cama, esa que durante tanto tiempo te había esperado paciente. 
Tu polla ya no será "mi gordita" y no sentiré el deseo emanar de mi boca mientras te beso, mientras te lamo y te mordisqueo con mi lengua húmeda y deseosa por ti.

Los maravillosos anales, en los que me embestías como un loco porque yo te hacía descubrir tu parte más bestia y primitiva ya serán parte del pasado. Los gemidos que me arrancabas al poseerme tan sólo serán sordos recuerdos. No te suplicaré que me azotes, que me abofetees, que me hagas tuya y que nunca dejes de hacerlo. Mi mirada no se clavará en ti mientras me follas casi haciéndome el amor, haciéndome llorar de puro placer al correrme mientras me masturbas.

Mis oídos no se derretirán porque me susurres que soy tu puta, ni mi lengua buscará la tuya para que ahogues mi sed. Jamás volveré a tocar el cielo mientras te observo y siento como llegas al orgasmo, mirando esa carita tuya transformarse y desencajarse. Tu cuerpo ya no caerá pesado sobre el mío agotado tras el esfuerzo.

No más lluvia dorada, no más sexo cerdo, no más caricias ni besos. Ya no habrá más fotos  ni vídeos mientras te corres en mi boca, tan solo te quedará el mérito de ser el único que lo ha conseguido. 

Ese mensaje que me mandabas cuando regresabas a tu casa dándome  las gracias y diciéndome que había  sido maravilloso nunca sonará en mi teléfono.

Nada de eso ocurrirá porque yo ya habré aprendido a vivir sin ti, aunque eso ahora me parezca imposible.

Ese día, en esa cafetería, seremos apenas dos desconocidos. Aunque, ahora que lo pienso, creo que nunca hemos pasado realmente de eso.


NO SOY PERFECTA YA LO SE, NO HAY DUDA
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Reflexiones

Mi vida es una montaña rusa de emociones y sentimientos, es un tiovivo de sensaciones y recuerdos. Cada día no suele parecerse en nada al anterior y mis meses pasan mientras acumulo experiencias que me enriquecen y, a la vez, me destruyen.

Muchas veces, en la soledad de mis pensamientos, tengo la sensación de no haber vivido lo suficiente. Y otras, sin embargo, creo firmemente en que he vivido el equivalente a tres vidas de cualquiera.
Es por ello que no acabo de tener claro si todo lo que he hecho y descubierto realmente me ha servido para algo. 

No acabo de sentirme completa ni realizada. No he cumplido mis objetivos, pese a haber creído hace tiempo que eso estaba superado con creces. 

He vivido tanto en tan poco tiempo que todo ha perdido el sentido. Si todo hubiera ido más despacio, si yo hubiera respetado los tiempos que pueden considerarse "normales", quizá hubiera podido disfrutar de cada momento como Dios manda. 

Y me he dado cuenta de esto un día de la manera más tonta. Sentí envidia sana ante una situación que me pareció fascinante entre dos personas y pensé: "ojalá yo hubiera vivido esto". Al rato de esa reflexión, yo misma me dí cuenta de que no sólo ya lo había vivido, sino que lo había experimentado en más de una ocasión. Pero, sin embargo, no había calado en mí del modo en que yo pensé que debía hacerlo cuando vi a esos desconocidos enfrentarse a dicha situación.

Algo falla entonces. ¿De qué sirve arriesgarse, atreverse, enfrentarse, vencer el miedo o la vergüenza, lanzarse al vacío y cerrar los ojos, hacerse daño en ocasiones y portar cicatrices si, al final, lo bonito del recuerdo no queda grabado en mí?

A todos los que decís que envidiáis mi vida, os la regalo. No la quiero. Cambiaría todo lo que sé y todo lo que atesoro por volver a empezar de nuevo. Daría casi todo por volver a sentirme virgen, virgen de experiencias. 

Quiero temblar de emoción cuando un hombre que me atrae muestra interés por mí, quiero ponerme colorada cuando me lanzan un piropo, necesito sentir mariposas en el estómago cuando me dicen una palabra bonita, me merezco estremecerme ante una situación nueva y distinta para mí.

Y no quiero decir que me arrepiento del sufrimiento y las cicatrices, solo estoy diciendo que ojalá que todo ello hubiera sido por algo que verdaderamente mereciera la pena.

¿Es eso? ¿Será que todavía no llegó la persona que tocara la tecla adecuada? ¿O seré yo que tengo la maldición de no disfrutar como merezco de las cosas?
Lo pienso y lo pienso pero no soy capaz de encontrar la respuesta. Y me temo que ésta está al alcance de mis ojos y yo no soy capaz de verla.

Y, a pesar de que muchas veces me desespero, que nadie se inquiete, que yo espero.....



miércoles, 26 de octubre de 2016

Qué sabe nadie.....

De mis secretos deseos
de mi manera de ser
de mis ansias y mis sueños
que sabe nadie
que sabe nadie

de mi verdadera vida
de mi forma de pensar
de mis llantos y mis risas
que sabe nadie
que sabe nadie

que sabe nadie
lo que me gusta o no me gusta de este mundo
que sabe nadie
lo que prefiero o no prefiero en el amor
a veces oigo sin querer algún murmullo
y no hago caso y yo me río y me pregunto

que sabe nadie
si ni yo misma muchas veces se que quiero
que sabe nadie
por lo que vibra de emoción mi corazón
de mis placeres y mis intimos deseos
que sabe nadie
que sabe nadie

de aquello que me preocupa
que no me deja dormir
de lo que mi vida busca
que sabe nadie
que sabe nadie

de porque doy siempre el alma
cuando me pongo a cantar
de porque mis carcajadas
que sabe nadie
que sabe nadie

que sabe nadie
lo que me gusta o no me gusta de este mundo
que sabe nadie
lo que prefiero o no prefiero en el amor
a veces oigo sin querer algún murmullo
y no hago caso y yo me río y me pregunto

que sabe nadie
si ni yo misma muchas veces se que quiero
que sabe nadie
por lo que vibra de emoción mi corazón
de mis placeres y mis intimos deseos
que sabe nadie
lo que me gusta o no me gusta de este mundo
que sabe nadie
lo que prefiero o no prefiero en el amor
a veces oigo sin querer algún murmullo
y no hago caso y yo me río y me pregunto
que sabe nadie...


domingo, 9 de octubre de 2016

Soy mujer

Soy mujer. Me gusta el sexo, mi cuerpo y mente necesitan practicarlo con regularidad y, sin embargo,  no necesito disfrutarlo a diario. Incluso, paso épocas en las que impera la inapetencia.

Soy mujer. Lo que me diferencia de la mayoría de las mujeres es mi forma de vivir el sexo; la naturalidad con la que hablo sobre él y lo practico, mi ausencia total de tabúes y mi total respeto hacia cualquier condición, filia o preferencia.


Soy mujer. He conocido a un gran número de personas en mi vida, he tenido el placer y la suerte de haber compartido cama con parte de ellos y eso me ha reportado experiencias nuevas que me han enriquecido como persona.


Soy mujer. Como las demás, en mis 37 inviernos, he ido aprendiendo de la vida y de las experiencias. He cometido muchos errores y he aprendido de ellos, pero también me he sentido muy feliz con mis aciertos. Estoy dejando que la vida pase por mi, no estoy simplemente dejándola pasar.

Soy mujer. He sido infiel, infiel a mi misma. En muchas ocasiones he roto mis propias promesas y he traicionado mis principios. Y eso es algo en lo que tan solo yo tengo jurisprudencia para perdonarme. Nadie más tiene derecho a juzgarme o recriminarme.

Soy mujer. Las decisiones que tomo las tomo yo. Los riesgos y las consecuencias de mis actos las asumo yo. Jamás he culpado a nadie por mis actos o mis condenas.


Soy mujer, soy madre, soy hija, soy hermana y soy amiga. Soy la persona con la que te cruzas cualquier día por la calle. Tengo mi vida fuera de esta vida y la valoro por encima de todo.


Soy mujer. Tengo sentimientos y también buenos y malos días. Muchas veces noto como el calor recorre mi cuerpo pidiendo salir para entregarme a otro cuerpo y otra alma, pero otras siento mucho frío y necesito un abrazo que me de calor. Paso por épocas en las que me siento bella y fantástica y otras en las que no quiero ni mirarme en el espejo.


Soy mujer. Tengo virtudes y defectos. Soy como tu o como las mujeres de tu vida. No soy más que eso, una mujer. Y me encantaría que así me vieras; no como un trozo de carne sin sentimientos sino como lo que soy, una mujer.



NO SOY PERFECTA YA LO SÉ, NO HAY DUDA
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Uno de esos manjares

Te he invitado a mi casa para comerte el culo. Hace meses me habías enviado un vídeo en el que una chica le daba un placer inmenso a un hombre mientras le comía la polla y el culo con una suavidad y una delicadeza fascinante. Me preguntaste si así era como yo lo hacía y te respondí con la promesa de invitarte a mi casa para comprobarlo.

Por fin llegó el día y parece que sí, que yo lo hago igual que la chica del vídeo. Puedo atreverme a decir que, incluso, mejor. Tu me has dado la razón.

En el vídeo en cuestíón, el hombre estaba tumbado boca arriba y bien abierto a una altura que le quedaba ideal para la boca de la chica. Y me gustó la idea de hacértelo así, sentada en una silla, sin tener que agacharme o tumbarme para saborearte.
Mi casa es una casa convencional y no dispongo de mobiliario específico para tal fin (cosa que me reprochaste en broma). Por ello se me ocurrió la disparatada idea de acomodarte sobre la mesa del comedor. Una manta doblada, una toalla sobre esta y dos cojines para apoyar tu cabeza serían suficientes para emular la escena que a ambos tanto nos había gustado.

Entraste en mi casa, me diste dos besos, pasaste a mi salón (que ya conocías) y, sin más dilación comenzaste a desnudarte. Descubrí en ti un torso muy bonito, detalle en el que en anteriores ocasiones no me había fijado.

Tumbado, sobre mi mesa de comedor, desnudo y deseoso de recibir placer es como me gusta tenerte y como a ti te encanta estar. Tu yo tenemos la capacidad de disfrazar de total normalidad este tipo de escenas. De convertir lo distinto en común. Y eso es algo que me gusta mucho de ti, porque a veces me veo a mí reflejada en tus ojos. Tenemos un punto de conexión en este tipo de juegos que hacen que a ninguno le resulte extraño lo que se le ocurre al otro; tanto que, incluso, cada vez que uno propone una nueva fantasía, el otro arde en deseos de realizarla a su lado.

Comencé a jugar con mis dedos alrededor de tu ano, ayudada por la suave textura del lubricante. Circulos lentos, con cierta presión sobre el músculo. Subiendo por el perineo para volver a acabar en el centro de tu placer. Mi dedos de deslizaban de tal modo que a veces asomaban dentro de tu culo buscando el calor que sabían les esperaba. Al poco tiempo ya te habia penetrado con un dedo, despacio y hasta el fondo, a ese lugar donde las palpataciones se hacen más evidentes y puedes sentirte completamente lleno de mí. Pero convenimos que tu placer estaba más bien en la orillita, entre la primera y la segunda frontera. Así que saque el dedo con cuidado y allí me quedé, alternando el exterior con un poco de penetración; apenas la yema de mi dedo era suficiente para volverte loco.

Suave, tierno, despacio... jugando y disfrutando de tu culo palpitante. De ahí, pasé a tus huevos y el mismo camino me llevó a tu polla. Cuando bañé de lubricante tu capullo con la yema de mis dedos éste se puso muy contento y tu polla respondió poniéndose dura, muy dura.

Me entraron unas ganas tremendas de meter mi lengua en tu agujero y de cabeza y en un instante tenía mi nariz entre tus nalgas. Hubo lametazos rápidos, otros más lentos y de largo recorrido que llegaban desde tu culo hasta tu glande, penetración con la lengua muy dura mientras mis dedos abrían bien tu agujero, chupadas con succión.....La saliva se mezcaba con el sabor dulce del lubricante en mi boca.

Tu deliciosa polla también disfruto del calor y la humedad de mi boca mientras acariciaba la entrada de tu culo con mis dedos humedecidos en lubricante. Me encanta darte pequeños mordisquitos y jugar con rápidos movimentos de mi lengua sobre tu glande. Lamerte la polla desde la base y metermela entera en la boca para succionarla con mucho cuidado. 
Tus huevos fueron bien masajeados con mi lengua y tratados comos se merecían, con mimo y ternura.

Te escuchaba gemir, te veía mirarme con cara de placer, sentía como tu culo se abría y cerraba pidiendo más y eso me provocaba más deseo de ti.  Y tu, allí tumbado, cogiendo tus piernas para poder estar lo más abierto posible, a veces temblando y diciéndome "me gusta, me gusta..." me estabas regalando todo el placer que yo buscaba alcanzar esa tarde con esa cita. 

Llegó el momento en que deseaste más y te echaste para adelante y comenzaste a  besarme y tocarme las tetas. Me las sacaste por fuera de la camiseta y del sujetador y así se quedaron el resto del encuentro, como asomadas a un balcón del deseo.

Durante tres ocasiones hubiste de apartar mi mano de tu polla, a sabiendas de que un segundo más y la corrida hubiera sido inevitable. Pero tu no querías eso, deseabas alargar ese placer todo lo que te fuera posible.
El problema llegó cuando decidí levantarme y ofrecerte una teta sobre la boca mientras te masturbaba. En ese momento, cuando tu lengua estaba lamiendo mi pezón, no fuiste capaz de contenerte y me regalaste tu orgasmo. Me avisaste para que obervara tu polla mientras derramaba toda la leche sobre tu ombligo, porque es una escena que a ambos nos gusta; yo mirar tu polla mientras se corre y tu mirar como yo la miro....

Tras una larga corrida, que aún duró un tiempo una vez la leche se hubo terminado, te limpié con sumo cuidado los restos de leche sobre tu cuerpo y tu polla. Esta aun continuo erecta durante varios minutos, como si quisiera impedir que la sensación que acababa de vivir desapareciera para siempre.   

Te dí un último beso en los labios y te ayude a incorporarte para que fueras a refrescarte.

Yo me quedé mojada y caliente como una perra, pero así lo deseaba y así lo había pactado contigo.

Y, efectivamente, tienes razón. El día que compré esa mesa de comedor no se me había pasado por la cabeza que algún día iba le iba a dar semejante uso. La vida te da sorpresas.....

Como siempre, querido amigo,  un placer....


NO SOY PERFECTA YA LO SE, NO HAY DUDA
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA

sábado, 10 de septiembre de 2016

Yo, mi, me, conmigo.

El paso necesario para poder dar placer a los demás es saber dárselo primero a uno mismo. Conocer cada  punto de nuestro cuerpo y autodescubrir qué es lo que nos gusta y lo que no. 

Yo llevo masturbándome desde que era niña, creo recordar que comencé al rededor de los diez años a tocarme. De aquella, creaba fantasías en mi cabeza que  me ayudaban a alcanzar placenteros orgasmos. Recuerdo dormirme en una cama empapada en sudor, pues tenía la costumbre de alcanzar cuatro o cinco orgasmos seguidos. Paraba cuando ya me dolía el clítoris. 

Mis primeras fantasías las protagonizó David Summers, de los hombres G. También me inspiraba en algun vecino guapo del barrio o cualquier chico que hubiera visto y me gustara ese día. Me imaginaba dominada, algo obligada, sometida....Eso era lo que más me ponía. 
Hubo una época en la que fantaseaba con una compeñera de colegio, algo amachorrada, que me ponía mucho. También gustaba de restregarme los peluches contra mi coñito y era muy divertido.

En mi casa había escondida alguna revista X y películas en VHS porno. Por supuesto, yo las tenía localizadas y me encantaba utilizarlas para mi placer. Esa sensación de hacer algo así a escondidas, cuidando dejarlo todo tal y como lo encontré, aprovechando los pocos ratos en los que podía encontrarme sola en casa...ufff. El miedo a que me pillaran y el deseo de encontrar un momento libre para hacerme una buena paja....En muchas ocasiones estuve a punto de ser descubierta y eso, todos los sabemos, le da un especial morbo a la situación.

Mi infancia y pubertad estuvieron  ligadas a la sexualidad, al deseo por los demás. Incluso a sentir el deseo de los hombres (hombres adultos) por mí. Bien joven recuerdo escuchar piropos muy impropios para ser escuchados por una niña, gestos muy rudos e incluso invitaciones ciertamente deshonestas. Con los años me dí cuenta del poder y la importancia que tenía el sexo en la vida. Una mujer, si sabe utilizar bien sus armas, puede llegar donde quiera. Eso ya depende de la moral de cada una. Pero es algo sumamente sencillo... 

La forma en la que me masturbo ha ido cambiando. Por ejemplo, ahora soy practicamente incapaz de llegar al orgasmo utilizando la imaginación. Solo en casos muy específicos con personas muy específicas que provoquen mi deseo de manera especial o hayan dejado mucha huella en algún momento en mí, llego a tal punto de excitación que el orgasmo llega de manera deliciosa.
Lo normal es que vea vídeos por internet para ayudarme. Estos son de muy diferentes temáticas, según el dia veo unos u otros. Mis preferidos versan sobre la adoración anal, los trios con dos hombres bi, sexo de chicas jóvenes con hombres viejos, la lluvia dorada en cualquiera de los dos papeles o el sexo en la playa y en público.
En ocasiones tengo que ver varios distintos hasta dar con el que verdaderamente me apetezca ver y me llegue a excitar de verdad. Sin embargo hay días que doy con auténticas joyas que me ponen cachondísima desde el minuto uno.

Aun, a veces, utilizo mis dedos. Pero son las menos. Lo habitual es que el placer me lo de "cepi", mi cepillo de dientes eléctrico. Ni vibradores, ni juguetes, ni carísimos aparatos masajeadores.....mi cepillo de dientes eléctrico. El sabe y puede darme la intensidad que yo necesito; de tal modo que, con su ayuda, he descubierto el squirt. 
Lo coloco sobre mi clitoris y me vuelve loca de placer. Siempre utilizo algun tipo de lubricante para no hacerme daño en la delicada piel de mi coño.

Los tres lugares en los que suelo masturbarme son mi cama, un sofá de mi salón  o sentada en mi wc. Bien abierta de piernas y con una toalla debajo bien doblada por si el squirt aparece. Me gusta más hacerlo por las mañanas o después de comer.

Llevo ya bastantes años en los que con un orgasmo me es suficiente. Aunque es cierto que paso épocas en las que debo masturbarme todos los días o incluso dos veces al día. La frecuencia normal es de unos tres o cuatro días a la semana. Depende mucho tambien de los encuentros que haya tenido con otras personas. 

Tengo días en los que el orgasmo llega muy rápido, en apenas cinco minutos ya estoy satisfecha. Sin embargo hay otros (y sobretodo en compañía de otras personas) en los que me cuesta bastante más alcanzarlo. Me encanta masturbarme para otros mientras me miran y me chifla que sean los demás lo que me me masturban. 

Yo no soy de las mujeres que se tocan las tetas mientras se masturban; así como me encanta que me las besen y toquen, a mi misma no me hace ningún efecto. Podría decirse que la forma en que yo me masturbo es totalmete mecánica, una forma de quitarme el deseo sexual de manera rápida. Eso sí, un orgasmo así nunca me quita el deseo por un hombre que me guste. Quiero decir, sé cuando un hombre me gusta de verdad. Y lo sé porque le deseo desde el siguiente instante a haber alcanzado el orgasmo.

En alguna ocasión y ya hace tiempo, me masturbé enfrente a un espejo, o asomada a una ventana viendo a los viandantes pasar....Pero son cosas muy puntuales, no forman parte de mi forma de actuar habitual.

Igual que me ocurre cuando estoy con otras personas, gimo bastante y en un  tono un poco alto. Tiemblo y sufro pequeños espasmos deliciosos cuando alcanzo el climax.

El sexo con otros en fantástico, pero autoregalarse momentos de placer también es algo maravilloso. 


NO SOY PERFECTA YA LO SE, NO HAY DUDA
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA.






lunes, 29 de agosto de 2016

El artista que bajo del monte

Tu lengua recorriendo mi cuerpo.....Lo recuerdo y aun me estremezco; mi coño se empapa como lo hizo al sentirte recorriendo cada centímetro de mi . Has follado mi piel con tu lengua, incluso he sentido placer en la planta de mis pies. Mi cuello aun te reclama, mi nuca, mis piernas, mi espalda.....Mi cuerpo tatuado con tu saliva.

Eres un artista, un verdadero artista. Artista de la palabra y artista del placer. Imposible que seas uno más porque tu eres único. Imposible olvidarte.....

Me gusta que me beses con ese sabor dulce de tus labios mezclado con el recuerdo del último cigarrillo que te fumaste antes de venir a verme. Tu boca es preciosa, tus labios carnosos y perfilados, adornados con una barba que te da un aspecto aun más canalla, si cabe.

No me cansaré de decírtelo, carita guapa. Tienes unos ojos preciosos que, en las distancias cortas (muy cortas) me harían alcanzar el orgasmo por si mismos. Tu mirada es tierna a la vez que lasciva; el deseo se lee en tus pupilas y el placer te humedece los ojos cuando estas cerca del orgasmo. 

La señorita deseo tiene un culo que deseabas poseer. Tu lengua, bien dura, se encargó de penetrarlo durante largo tiempo, intercalándose con tus dedos. Boca abajo no podía contener los gemidos mientras sentía tus manos ocupando todos mis agujeros. Así fue como me regalaste mi primer orgasmo, mientras masturbabas mi clítoris de manera prodigiosa. 

Tu polla, tu preciosa y enorme polla, tiene vida propia. Y mientras tu recorrías mi cuerpo con tus manos o tu lengua ella se encargaba de restregarse conmigo, encendiendo más y más mis ganas de ti. Tanto que hubo un momento que no puede más y te pedí que me dejaras comerla. Deliciosa, como tus huevos. 
Por las caritas que ponías estoy segura de que te estaba gustando el modo en que la lamía, la mordisqueaba, la masajeaba. Sé que te encantó en modo en que peñizcaba tus huevos con mis labios y como los succionaba con mi boca para después dejarlos caer con su propio peso con el calor húmedo de mi saliva en tu bolsa. Con cuidado apartaste mi pelo de la cara para poder observar bien la escena y yo te regalé primeros planos en los que te comía la polla con la boca y la cara con la mirada. ¡Guapo!

Mis tetas hicieron de agradable abrigo para ella mientras la masturbaban al unísono, mi lengua acariciaba tu capullo a la vez. Nos gustó a los dos, ¿verdad?

Maravilloso en el momento en que te pedí que te masturbaras para mí. Gracias por ese regalo, me encantó observarte mientras gemías por el placer que tu mismo te estabas proporcionando.
Cuando ambos nos habíamos comido enteros, cuando el cuerpo del otro ya no era un secreto para nuestras lenguas, tu polla decidió que ya era el momento de entrar en el lugar que llevaba deseando desde que me la presentaste. Y me follaste, me follaste el coño. Porque la mente hacia meses que me la habías follado. Y el placer fue inmenso. No soy capaz de recordar las veces que me corrí, pero no recuerdo una noche con tantos orgasmos. 
Tus susurros en mis oídos, tu mirada, tu boca exigiéndome que te regalara, una y otra vez, mi orgasmo....Ufff.

En varias ocasiones apreté tu culo fuerte contra mí, porque deseaba sentirte muy dentro, tu polla ocupando todo mi coño. Allí dentro, a veces quieto, sentía tu polla palpitar. Me gustas, me gustas mucho, carita preciosa.

Nuestro último orgasmo llegó a la vez, tu me pediste que te esperara y fue un verdadero placer. Placer porque me estaba corriendo y placer por sentirte y verte correrte a ti. Tu cara, tus gestos, tus gemidos, tu cuerpo alternando la tensión con los espasmos, tus ojos húmedos por el placer. Mil veces tendría un fin de fiesta así contigo.

Un verdadero placer conocerte, una gran alegría comprobar que aun quedan caballeros. Mi cama siempre estará abierta para ti y lo sabes.





NO SOY PERFECTA, YA LO SE, NO HAY DUDA
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA


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¡¡Un besazo!! 


Alba Deseo 

jueves, 18 de agosto de 2016

Mi reflejo

Hoy estamos las dos frente al espejo. Mi imagen y yo.

No han pasado tantos años, apenas tres y, sin embargo, la mujer que veo en el reflejo nada tiene que ver con la que vestía mi piel en ese pasado tan cercano.
A veces pienso que el germén ya crecía dentro de mí, a escondidas, nutriéndose de mis deseos y anhelos; esperando, paciente, a que un brote de locura desatara el cambio o a que llegara, por fin, la gota que haría rebosar el vaso de mi paciencia. 

Y, un día, la oruga se convirtió en mariposa. Una mariposa delicada y frágil pero de fuertes convicciones y gran personalidad. La ternura y la sensualidad envuelta en belleza y gracilidad.

Antes de descubrirme como una mujer abierta, pasional, cariñosa, sexualmente activa y bastante viciosa yo tan sólo era una persona común con una vida común. Eso sí, con la imperiosa necesidad de trasmitir, de gritar mi verdad, de darme a conocer y de conocer a los demás. Me faltaba algo y no sabía descubrír de qué se trababa. Pero de lo que si estaba segura era de que me sentía una mujer incompleta.

Ahora, frente a mí, en este espejo, encuentro una mujer serena y llena de matices. Segura de mi misma y orgullosa de ser quien soy y de la persona en la que me he convertido. 
De la misma manera que muchas personas se encuentran realizadas y trasmiten todo lo que llevan dentro a través de la música, el arte, su trabajo, la religión o su entrega a los demás yo encontré mi sitio, casi sin darme cuenta, en el placer sexual. Resulta muy complicado explicar algo así porque ya lo es de por sí separar el sexo del acto puramente carnal. Quizá el resumen más certero sea decir que yo me he encontrado a mi misma a través de la promiscuidad, sexual y del alma.

Mi primer encuentro fue fruto de la casualidad o, quizá, mi destino me tenía reservado ese bautismo sexual. Dos desconocidos, una mirada que dura minutos, el deseo floreciendo entre las piernas y entre los ojos y, de repente, el placer . El placer de lo prohibido, de lo inalcanzable. Y ese dulce placer se queda grabado de tal modo en las entrañas que puedes pasarte el resto de tu vida volviendo a buscarlo, una y otra vez, en personas distintas.

Entonces descubres que no eres invisible, más bien al contrario, era yo la que tenía los ojos cerrados, la que estaba ciega. Es imposible mirar al cielo a través de una ventana que tiene los cristales sucios. Por eso, cuando cae la tormenta y la lluvia golpea fuerte contra el vidrio el polvo acumulado desaparece y, entonces, te das cuenta de todo lo que te estabas perdiendo por no limpiar una sucia ventana.
Quise ver más y decidí hacer limpieza y ventilar. Entonces descubrí que tambíén podía respirar aire limpio, aire fresco. Durante largo tiempo sentí lo más parecido que conozco a la felicidad.

Me encanta conocer personas nuevas, me llena nutrirme de experiencias, aprender de los consejos, de los errores de los demás y de los propios. Y, claro, el mundo estaba ante mis ojos. Y yo estaba ávida por comérmelo a bocados, sin miedo a atragantarme. Demasiado tiempo perdido, demasiado por recuperar.
En todo este tiempo puedo presumir de haber conocido personas maravillosas, fantásticas, divertidas, extravagantes, algo locas, muchas faltas de cariño, otras con mucho vicio, desequilibradas o demasiado organizadas, personas tiernas o muy frías, hombres y mujeres que por diversas razones llegaron hasta mí y me regalaron un trocito de sí mismos. Los recuerdos, en su inmesa mayoría son buenos. Por supuesto, alguna mala experiencia me he tenido que tragar. Pero soy consciente del mundo en el que me muevo y me hago cargo de las consecuencias.

Me apasiona el sexo, es cierto. Pero la forma en que lo vivo e intento trasmitir no se ajusta a lo que comúnmente se espera de una mujer abierta de mente sexualmente hablando. El sexo para mí es una forma más de entrega, de cariño, de amistad, un modo de compartir algo muy tuyo con personas tanto conocidas como desconocidas. Odio el follar por follar, odio el "aqui te pillo, aquí te mato". Aún si tengo un encuentro casual y repentino procuro que este sea en un ambiente de ternura, deseo, complicidad y entrega.
Soy incapaz de ver el sexo como algo sucio y oscuro. Disfruto con prácticas sexuales de lo más variado y muchas de ellas quizá no sean probadas en toda su vida por muchas personas. Incluso entiendo que alguna pueda llegar a ser tildada de extrema para la mayoría. Pero eso no quiere decir que yo sea una persona zafia, cerda, maleducada o sucia. Al contario, puedo hacer estremecer de placer a un hombre mientras le sodomizo, regalándole mi ternura, mis caricias y cuidados.  
Adoro enamorarme en cada encuentro y adoro sentir que se enamoran de mi. Busco que el tiempo se pare en la estancia en la que comparto placer durante unas pocas horas y tan sólo existamos esa o esas personas y yo. Para que después todo se quede en un gran sueño de esos que te dejan un maravilloso sabor de boca.

Siempre tengo una sonrisa, una buena cara, un buen gesto...Procuro mostrarme cercana, empática, natural. No tengo problema en mostrar mis virtudes y mis defectos, porque ambos forman parte de mi esencia. Pero no siempre recibí lo mismo a cambio. La entrega no siempre es recíproca. Pocas personas saben valorar lo que se les ofrece, lo que se les regala.
Eso sí, cuando me encuentro con alguien así, puedo llegar a tocar el cielo con la yema de los dedos. Y es entonces cuando recuerdo por qué sigo aquí y de este modo.

Sin embargo ya no soy la misma, hace meses que no lo soy. Y eso no es malo, al contrario, es necesario encontrarse en continuo cambio. Renovarse de continuo o morir. El morbo se agota, auque parezca imposible, ocurre. El primer año me parecía algo inagotable, estaba ansiosa por vivir nuevas experiencias, por conocer mis límites y por llevarlos al extremo. Y lo hice, aproveché el tiempo. Gracias a eso cuento en mi haber con grandes momentos, grandes vivencias que me han enseñado y regalado mucho. Pero una vez que lo recorres todo, las situaciones comienzan a volverse cotidianas y, algo que para otros es la bomba, para mi solo es un momento más.
Es por ello que ahora priorizo a las personas por encima de las experiencias.

Llevo días con una balanza entre las manos y cada vez que encuentro una razón la coloco en la parte que le corresponde para, llegado el momento, saber qué es lo que pesa más. Entonces la vida me dirá si merece la pena seguir en este mundo del sexo libre o es mejor volver a ser la persona que fui, aunque con la mochila cargada de vivencias que la han enriquecido.

Sé que como todo, esto no es eterno. Y llegará el día en que, de manera natural, todo se acabe. Lo busque yo o no. Y entonces será otra cosa la que me llene. Pero esto que estoy viviendo ya formará parte de mí y nadie me lo podrá arrebatar. Ese pensamiento me hace feliz porque ahora sé que cuando se cierra una puerta, una ventana se abre....

Mientras tanto seguiré  respirando aire limpio, seguiré escuchando latir fuerte a mi corazón y sintiendo palpitar mi sexo en cada encuentro. Aprovecharé  las oportunidades que la vida me brinde y disfrutaré dejándome sorprender por ella.

Lo que tenga que llegar, llegará y yo no seré nadie para llevarle la contaria a mi destino.

Mente abierta, corazón limpio y sexo húmedo. 



NO SOY PERFECTA YA LO SE, NO HAY DUDA
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA



lunes, 1 de agosto de 2016

Volverán las musas

Os pido paciencia, me han abandonado las musas.
No es la primera vez que me ocurre, sé que volverán.
Un besazo. Os quiero. Gracias
Alba Deseo

jueves, 14 de julio de 2016

Y, de repente, tú. Y contigo todos mis sentidos a flor de piel. Porque cuando tu estás en mi cama el sexo vuelve a oler a sexo; los orgasmos, de nuevo, me hacen tocar el cielo y regresa la magnífica sensación de excitación continúa, de deseo, esa sensación que hace que me sienta viva.

Adoro observar tu cuerpo desnudo, sobretodo cuando sales de mi ducha. Te miro desde mi cama mientras te secas con una toalla mientras canturreas alguna canción y me miras sonriente y no puedo evitar fijarme en tu polla. Esa polla tuya, que ya es un poquito mía, tan bonita cuando acaba de correrse. Tiene ese grosor tan ideal para meterla, entera, en mi boca. El grosor perfecto para sodomizar mi culo como tanto te gusta y, sobretodo, el maravilloso grosor que me ha llevado a sentir, por primera vez, un orgasmo vaginal.

Me hiciste llorar al sentir semejante placer. Porque no fue un placer cualquiera, sino el placer de sentirme en sintonía con un hombre. Follada y llevada al orgasmo al mismo tiempo. Correrme contigo, por ti y para ti, correrme mientras me sentía tuya…Momentos así, ya lo sabes, valen oro.

Siempre te digo que podría pasarme horas comiendo tu polla, lamiendo tu capullo, penetrando con mi lengua tu uretra. Nunca te lo he dicho, pero tienes un lunar en el glande que me vuelve loca.

Sabes que me encanta que me ahogues con ella y a ti te encanta controlar los tiempos. Te recreas en sentir como llega mi arcada y, aun así, esperas unos segundos para dejarme respirar. Después me miras y sonríes y yo procuro responderte con los ojos aun llorosos. Y te pido más, siempre quiero más. Eres malo y, a veces me castigas sin ella. Y yo te persigo como perra en celo, con la boca abierta deseando recibir lo que siento mío. En ese momento vendería mi alma al diablo por volver a tenerla en mi boca.

En muchos encuentros, me dejas que te coma el culo. A veces me lo ofreces tumbado boca arriba, otras te colocas a cuatro y, cuando lo deseas, te sientas sobre mi cara ahogándome de placer.

A ti también te encanta comerme y, cuando lo haces, me haces estremecer. Desde el primer día diste con el punto exacto de mi clítoris que me eleva al cielo y cuando bajas hacia el agujero de mi culo me haces pensar que algún día llegaré a correrme solo con sentir tu lengua ahí dentro.

A los dos nos encanta jugar con nuestros dedos, ambos competimos para saber qué culo es capaz de admitir más número dentro. Y eso que sabemos que te gano yo con ventaja, pudiste comprobarlo el día que decidiste hacerme fisting anal y vaginal. Y eso que el tuyo disfruta mucho sintiéndose lleno de mí.

Sabes acariciarme para lograr que me sienta deseada, sabes mirarme para que me llegue tu deseo por mí.

Me encanta cuando me penetras, sobretodo cuando te veo la cara mientras lo haces. Esos ojos grises llenos de vida que se clavan en los míos mientras me ofreces toda tu entrega. Dices que exagero cuando te digo que eres una máquina, pero es que así lo pienso. Te hago sudar y me encanta. No imaginas la visión que me regalas con todos tus músculos tensos mientras te mueves acompasado con tu polla gorda y dura entrando y saliendo de mí. De vez en cuando te cojo fuerte del culo y te aprieto contra mí, como si creyera que podría retenerte para siempre así, dentro mía. Cuando eso ocurre te afanas en clavármela bien hondo y es cuando se me escapa un grito de placer.

Cuando te corres, después de minutos de locura y entrega infinita, caes exhausto sobre mí. En ese momento te siento mío, en ese momento siento que sólo existimos tu y yo. Y adoro ese momento...

Hombre sexy, nunca dejes de besarme. Hazlo siempre como tu sabes. Y nunca, nunca jamás, pierdas esa sonrisa que ilumina mis días.

Aún quedan fronteras que traspasar, aun faltan experiencias por vivir y ambos queremos vivirlas al lado del otro. Cuando ya no existan los límites, podremos decir que somos los amantes perfectos.
Hombre sexy, creo que vamos por el buen camino….


NO SOY PERFECTA YA LO SE, NO HAY DUDA
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA


viernes, 1 de julio de 2016

Trío de cuatro

Siempre que me preguntan si he participado en algún trío me viene a la cabeza el más divertido que he vivido. 

Fue una experiencia diferente en la que participamos cuatro personas y, sin embargo, fue un trío.
Me explico: mi pareja y yo conocemos a otra con la que hemos jugado en muchas ocasiones; hemos hecho intercambios en casa, en locales, nos hemos visto por separado (yo con el chico y mi pareja con la chica), hemos ido a cenar y a morbosear....Una pareja fantástica con la que tenemos una maravillosa amistad y una gran confianza. Tanta confianza que ella y yo nos hemos intercambiado teléfonos de chicos maravillosos con los que ambas hemos estado.

Esa noche los cuatro teníamos ganas de jugar pero, por motivos familiares, uno de ellos debía quedarse en casa obligatoriamente. El morbo y las ganas transformaron ese hándicap en una experiencia muy divertida. La chica vendría a mi casa a hacer un trío con nosotros y el chico, desde casa y vía skype, sería testigo directo de nuestro encuentro.

Mi portátil colocado estratégicamente sobre una silla y con la cámara enfocando hacia mi cama. Javi en la pantalla con los ojos como platos, excitado y expectante.
Ana, mi pareja y yo jugando y haciendo partícipe a Javi de todo lo que ocurría.

Comenzamos a desnudarnos los unos a los otros, mientras los tres nos besábamos. Mi pareja y Ana en la boca, yo a los pechos de ella....Ella y yo en la boca y  mi pareja en el coño de ella....

Cuando los tres estábamos desnudos y muy excitados, ambas comenzamos a darle placer, a la vez, a mi pareja. Él, apoyado sobre sus rodillas y con las piernas abiertas, Ana, con la cabeza metida entre sus piernas y yo arrodillada ante él. Ambas compartimos polla y huevos mientras entrelazábamos nuestras lenguas. Los gemidos comenzaron a hacerse dueños de la habitación. 

Mientras, él, nos masturbaba a ambas. Javi, desde su casa, también se estaba tocando mientras nos veía disfrutar a nosotros.

Con la polla en mi mano se la metía a ella en la boca, decidiendo cuando debía comer y cuando no. Ana, obedecía complaciente. Cuando se la quitaba de la boca ella pasaba a lamerle y comerle bien los huevos mientras yo le masturbaba o mamaba según me apetecía.

Después de casi una hora comiendo, Ana decidió que quería follarse a mi pareja y así fue. 
El se tumbó boca arriba y ella comenzó a cabalgarle. Mientras, yo jugaba con sus culos; a él le penetraba con un dedo y a ella se lo lamí entero. Después me coloqué sobre la cara de mi pareja, con mi coño totalmente abierto para él. Mientras ella le follaba, él me comía el coño y el culo. Ana y yo nos besábamos y acariciábamos las tetas sumidas en un placer indescriptible.

Cada poco me encantaba mirar a la pantalla de mi ordenador y veía a Javi concentrado, excitado y encantado mientras se masturbaba despacio observando la escena. 

Cuando Ana alcanzó su primer orgasmo, yo fui la encargada de dejarle el coño bien limpio. Trabajo que me llevó un buen tiempo, pues es una mujer que eyacula mucho al correrse. Coño dulce y apretado, de los más deliciosos que he probado en mi vida.

Mientras, mi pareja dio buena cuenta de mi culo con su lengua, aprovechando que yo me encontraba a cuatro. De su lengua paso a ser su polla la que visitó mi culo, dándome un placer increíble. En ese momento, Ana comenzó a masturbar mi clítoris mientras ambos se besaban. 
No tardé mucho en correrme y mi pareja lo hizo poco después, descargando dentro de mi culo.

Tras unos minutos tumbados los tres en la cama, descansando y acariciándonos, a Ana y a mí nos dieron unas ganas terribles de hacer un 69. Mi pareja y la suya aplaudieron la decisión. Fue uno de los mejores de mi vida porque, además, tuvimos la gran suerte de alcanzar ambas el orgasmo al unísono.

Se nos antojó regalarle una segunda corrida a mi pareja y decidimos unir fuerzas para ello. Mientras ella le masturbaba y le ponía las tetas sobre la boca para que él mamara, yo le comía los huevos y jugaba con dos dedos dentro de su culo. 

Desde el portátil se escuchaban los gemidos de Javi al alcanzar su orgasmo cuando ya en la habitación también le llegó el segundo a mi pareja.

Los cuatro pasamos un buen rato de charla distendida mientras todos nos tomábamos algo fresquito para refrescar. Después, Ana volvió a su casa para follarse a su pareja rememorando ambos lo que acababa de ocurrir en la mía.

Sin duda, una experiencia de esas que dejan huella en la vida. 


NO SOY PERFECTA YA LO SE, NO HAY DUDA
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA