martes, 20 de noviembre de 2018

La vida empieza ahora

La monotonía es una pesada mochila que lleva demasiado tiempo llevando a la espalda. Ya pasa los cincuenta y tiene la sensación de haber dejado volar los últimos veinte años.

En este tiempo ha acabado su carrera, consiguió un trabajo que le proporciona una vida cómoda y en el que se siente seguro y realizado en el plano laboral, tiene un familia y un pequeño grupo de amigos con los que pasa el mayor tiempo de su ocio.

Cuida su alimentación y hace deporte cuatro veces por semana, su pelo ya comienza a peinar canas pero el otoño no ha llegado todavía a su cabeza. Nunca se vio guapo y nadie se preocupó en decirle lo contrario pero, hasta ahora, eso nunca le pareció relevante.

Su vida es convencional y aburrida, perfecta hasta el hastío. Pero no es feliz y ahora se da cuenta de que no lo es desde hace demasiados años.

Quiere a su mujer, pero no está enamorado. No recuerda el momento en el que la llama se apagó, pero intuye que sus hijos eran aun muy pequeños. Sabe positivamente que ella tampoco lo ama a él y no se lo reprocha. Es un pacto silencioso que ambos aceptan de un modo demasiado natural. 

Cada mañana y antes de su ducha, se masturba de manera mecánica para sentirse aliviado y tranquilo. Una rutina como cualquier otra. Para correrse, a veces piensa en las enormes tetas de una compañera de trabajo, otras se imagina a  una jovencita cachonda que le hace una mamada pero en la mayoría de las ocasiones ve algún vídeo de Internet a través de su teléfono,con el sonido muy bajito, aprovechando el ruido que hace el agua caliente saliendo del grifo de su bañera.

Follar....¿qué es eso? Hace siglos que no la mete en un coño caliente. De hecho, esta seguro  de que el de su mujer jamás lo estuvo. Nunca tuvieron un sexo espectacular, sino más bien clásico y aburrido, pero al menos disfrutaba de la sensación de correrse dentro de una mujer cada cierto tiempo. 

Y ahora se da cuenta de que todo eso le esta matando. Su vida de mierda, sus frías y asépticas pajas, la privación de cariño y de ternura, la necesidad de sentirse deseado y de desear.....
Se ha conformado durante demasiado tiempo y siente que se esta haciendo viejo aun sin serlo; un amargado y desganado hombre cualquiera que esta dejando su vida pasar. 

Sabe que el motivo del incipiente cambio que esta notando en su pensamiento es debido a uno de sus amigos de la pandilla, recién separado y que alardea de libertad y sexo sin límites. Últimamente, cada vez que se ven para tomar unas cervezas, le habla de páginas de contactos, de mujeres calientes y dispuestas, de polvazos en hoteles, de noches de risas y vino, de vidas vividas....

Y él quiere eso, necesita eso: vivir y sentirse vivo.

No sabe ni por dónde empezar, incluso siente ciertos remordimientos. Aun no ha dado ningún paso en firme y ya siente que es un hombre infiel. Sin embargo, a la vez, ve ante él un horizonte que se le antoja maravilloso aunque eso le parezca muy difícil de conseguir. Pero en su fuero interior sabe que debe intentarlo. Es eso o volverse loco.

Una tarde decide hacerse un perfil en una web de contactos, no sin dificultad, desde su oficina. Suda mientras va rellenando los campos y tiembla de los mismos nervios. 
No sabe qué debe poner para presentarse, no cree que tenga nada interesante que mostrar de él. Aún así, decide que lo mejor es decir la verdad. 

Sexo: Hombre
Edad: 54
Peso: 75
Altura: 181
Ojos: Marrones
Pelo: Canoso
Estado civil: Casado
Dotación: Media 

"Hombre maduro cansado de la monotonía. Deseando vivir"

Cuando llega al campo que le solicita foto cree que se va a desmayar, pero su amigo le ha dicho que los perfiles sin foto no tienen ningún éxito, así que se hace una foto rápida frente al espejo del baño, muerto de la vergüenza y sin saber muy bien cómo posar, recorta su cara y la añade a su perfil.

De repente se da cuenta de que esa sensación que le invade; la mezcla entre el acojone, la ilusión y lo prohibido, le está gustando. Hacía tiempo que no se dedicaba a algo con tanto interés y el modo en que palpitaba su corazón le recordaba que, efectivamente, aun tenía sangre en sus venas. Pensó que si lo que le esperaba le provocaba algo parecido a eso, no quería perdérselo por nada del mundo. 

Cuando se quiso dar cuenta ya era la hora de salir. El tiempo había pasado volando. 

Después de elegir un nombre para su nick, tarea que le resultó trabajosa, y darse un paseo por la página para familiarizarse con su funcionamiento y visitar los perfiles de varias mujeres con sus fotos provocativas y sus presentaciones, se dio cuenta de que estaba empalmado. ¡Estaba empalmado! Por primera vez  tuvo que ir al baño de la oficina a hacerse una paja antes de irse a casa. Y, sin duda, fue la paja más satisfactoria que había tenido en mucho tiempo....

Cuando llega a casa, se sorprende sonriente. De inmediato cambia su rictus, no quiere levantar ninguna sospecha. Como cada día, charla cuatro tonterías sin importancia con su mujer y le pregunta a sus hijos qué tal les ha ido el día. 
Después de cenar, ella se irá a la cama temprano y él aun se quedará un par de horas más en el salón viendo la tele mientras se toma un café. 

En casa es rara la vez que usa el ordenador de noche, pero esta vez siente el impulso de entrar de nuevo en la web. Lo hace como un ladrón en su primer robo: nervioso y receloso. Se siente como un niño chico desobedeciendo a su madre, temeroso por la regañina pero divertido por la travesura.

Mete la dirección de la página, rellena el nick y la contraseña y su cara se vuelve blanca de repente.... 

Tiene un mensaje nuevo en su bandeja de entrada.


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