martes, 26 de febrero de 2019

Fantasías

Hace ya un tiempo que mi chico y yo no compartimos cama con un tercero. Y esa fantasía nos ronda la cabeza en cada encuentro en los últimos días.

En el momento de mayor excitación, ambos nos recordamos que estamos ansiosos por invitar a otro hombre a nuestros juegos. Pero reconozco que, a veces, soy un poco pasota y me da pereza ponerme a buscar un hombre que a ambos nos resulte atractivo y que este dispuesto a participar.

El caso es que siempre nos lo imaginamos igual, a ambos nos apetece del mismo modo, tal y como ya ha ocurrido en otras ocasiones.

Últimamente fantaseamos con un hombre maduro, que ronde los cincuenta, con físico cuidado y polla grande. Por algún motivo, ahora a ambos nos atraen más los hombres que peinan canas cuando se trata de juegos a tres. Aunque es cierto que los hombres que nos han acompañado anteriormente rondaban nuestra edad y nos hemos sentido muy a gusto con ellos.

Cuando estamos juntos y follando, ambos comenzamos a relatar como nos apetece que sea el encuentro en cuestión y nos ponemos aun más cachondos, si cabe. La voz de mi chico, junto a su mirada de vicio y placer y el modo en el que me cuenta sus deseos, me pone muy perra. 

"Quiero que te folle" me dice. "Quiero que le pongas la polla muy dura con la boca para que después pueda follarte sin problema el culito. Yo te ayudaré a ponerle bien duro, con la mano y con la boca si es necesario" Cuando le escucho decirme esas cosas no puedo evitar correrme sin parar, mientras asiento encantada a sus planes.

Entonces yo le digo que deseo una doble penetración, que siento la necesidad de sentirme llena de polla. El coño será para mi chico, mientras que el culo estará a completa disposición de nuestro invitado. 
Tengo el antojo de sentir sus corridas dentro, la de mi chico irá directa a mi coño sin filtros, pues no usamos condón y la otra la sentiré entrar a través del preservativo, pero será igual de excitante pues notaré los pálpitos de su polla en mi culo mientras se corre.

"Te comeremos las tetas a la vez, una para cada uno" Sabe bien que eso me vuelve loca. "Después yo te masturbaré el clítoris con su polla, como a ti te gusta, para ponerlo muy cachondo mientras tu te corres como una loca" Escuchando decirme eso y sintiendo su polla entrando armoniosa en mi coño mientras me mira, soy incapaz de contar las veces que llego a correrme.

Le recuerdo, entre orgasmo y orgasmo y con la voz ya entrecortada, que quiero comerme las dos pollas a la vez ocupando toda mi boca. Me gusta sobremanera que ambos miembros se toquen y compartan fluidos mientras observo sus capullos brillantes emanando líquido preseminal que anuncia una gran corrida.

"¿Prefieres tragarte su corrida o quieres que ambos te llenemos las tetas de leche?" me pregunta excitado como un perro. Entonces yo le respondo que me apetece mucho sentir la mezcla de las dos corridas sobre mis tetas, con su calor y textura deliciosa. Después me la esparciré con las manos sobre los pezones y mi pecho. 

No me da tiempo a seguir relatando mis ganas porque mi chico comienza a gemir y a tensionarse, está alcanzando uno de sus maravillosos orgasmos. Es entonces cuando siento entrar su leche caliente a borbotones dentro de mi coño. Para entonces, yo ya he perdido la cuenta de los míos. 

Satisfechos, ambos nos besamos. Una vez más, prometemos que no debemos dejar pasar más tiempo para cumplir nuestra fantasía. Yo doy mi palabra de que ese mismo día me pongo a buscar candidatos pero, pasa el tiempo y así seguimos....

No hay problema, hasta que llegue ese momento, la fantasía alimenta algunos de nuestros encuentros y, por ahora, es suficiente.





3 comentarios:

  1. Felicidades por teneros uno al otro.siento una gran admiración por gente como vosotros.saludos

    ResponderEliminar
  2. Ufffff. Enhorabuena por tu relato

    ResponderEliminar