viernes, 1 de julio de 2016

Trío de cuatro

Siempre que me preguntan si he participado en algún trío me viene a la cabeza el más divertido que he vivido. 

Fue una experiencia diferente en la que participamos cuatro personas y, sin embargo, fue un trío.
Me explico: mi pareja y yo conocemos a otra con la que hemos jugado en muchas ocasiones; hemos hecho intercambios en casa, en locales, nos hemos visto por separado (yo con el chico y mi pareja con la chica), hemos ido a cenar y a morbosear....Una pareja fantástica con la que tenemos una maravillosa amistad y una gran confianza. Tanta confianza que ella y yo nos hemos intercambiado teléfonos de chicos maravillosos con los que ambas hemos estado.

Esa noche los cuatro teníamos ganas de jugar pero, por motivos familiares, uno de ellos debía quedarse en casa obligatoriamente. El morbo y las ganas transformaron ese hándicap en una experiencia muy divertida. La chica vendría a mi casa a hacer un trío con nosotros y el chico, desde casa y vía skype, sería testigo directo de nuestro encuentro.

Mi portátil colocado estratégicamente sobre una silla y con la cámara enfocando hacia mi cama. Javi en la pantalla con los ojos como platos, excitado y expectante.
Ana, mi pareja y yo jugando y haciendo partícipe a Javi de todo lo que ocurría.

Comenzamos a desnudarnos los unos a los otros, mientras los tres nos besábamos. Mi pareja y Ana en la boca, yo a los pechos de ella....Ella y yo en la boca y  mi pareja en el coño de ella....

Cuando los tres estábamos desnudos y muy excitados, ambas comenzamos a darle placer, a la vez, a mi pareja. Él, apoyado sobre sus rodillas y con las piernas abiertas, Ana, con la cabeza metida entre sus piernas y yo arrodillada ante él. Ambas compartimos polla y huevos mientras entrelazábamos nuestras lenguas. Los gemidos comenzaron a hacerse dueños de la habitación. 

Mientras, él, nos masturbaba a ambas. Javi, desde su casa, también se estaba tocando mientras nos veía disfrutar a nosotros.

Con la polla en mi mano se la metía a ella en la boca, decidiendo cuando debía comer y cuando no. Ana, obedecía complaciente. Cuando se la quitaba de la boca ella pasaba a lamerle y comerle bien los huevos mientras yo le masturbaba o mamaba según me apetecía.

Después de casi una hora comiendo, Ana decidió que quería follarse a mi pareja y así fue. 
El se tumbó boca arriba y ella comenzó a cabalgarle. Mientras, yo jugaba con sus culos; a él le penetraba con un dedo y a ella se lo lamí entero. Después me coloqué sobre la cara de mi pareja, con mi coño totalmente abierto para él. Mientras ella le follaba, él me comía el coño y el culo. Ana y yo nos besábamos y acariciábamos las tetas sumidas en un placer indescriptible.

Cada poco me encantaba mirar a la pantalla de mi ordenador y veía a Javi concentrado, excitado y encantado mientras se masturbaba despacio observando la escena. 

Cuando Ana alcanzó su primer orgasmo, yo fui la encargada de dejarle el coño bien limpio. Trabajo que me llevó un buen tiempo, pues es una mujer que eyacula mucho al correrse. Coño dulce y apretado, de los más deliciosos que he probado en mi vida.

Mientras, mi pareja dio buena cuenta de mi culo con su lengua, aprovechando que yo me encontraba a cuatro. De su lengua paso a ser su polla la que visitó mi culo, dándome un placer increíble. En ese momento, Ana comenzó a masturbar mi clítoris mientras ambos se besaban. 
No tardé mucho en correrme y mi pareja lo hizo poco después, descargando dentro de mi culo.

Tras unos minutos tumbados los tres en la cama, descansando y acariciándonos, a Ana y a mí nos dieron unas ganas terribles de hacer un 69. Mi pareja y la suya aplaudieron la decisión. Fue uno de los mejores de mi vida porque, además, tuvimos la gran suerte de alcanzar ambas el orgasmo al unísono.

Se nos antojó regalarle una segunda corrida a mi pareja y decidimos unir fuerzas para ello. Mientras ella le masturbaba y le ponía las tetas sobre la boca para que él mamara, yo le comía los huevos y jugaba con dos dedos dentro de su culo. 

Desde el portátil se escuchaban los gemidos de Javi al alcanzar su orgasmo cuando ya en la habitación también le llegó el segundo a mi pareja.

Los cuatro pasamos un buen rato de charla distendida mientras todos nos tomábamos algo fresquito para refrescar. Después, Ana volvió a su casa para follarse a su pareja rememorando ambos lo que acababa de ocurrir en la mía.

Sin duda, una experiencia de esas que dejan huella en la vida. 


NO SOY PERFECTA YA LO SE, NO HAY DUDA
PERO SOY LA PERFECTA PARA TI, LA TUYA

3 comentarios:

  1. Que rico felicidades para los cuatro

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  2. deliciosa experiencia y fabulosa confianza.

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  3. bufff, como siempre impresionantes tus relatos. Saludos urmuz

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